El templo de Santa María la Blanca de Berbegal -en la comarca oscense del Somontano- es hoy, a través de sus nueve siglos de historia, el resultado de las acciones y las voluntades constructivas de gentes que han levantado, forjado, medido, mejorado..., y también de hechos destructivos, de cambios en los gustos, de deterioros y ruina, de decadencias, a veces intencionadas o tan inevitables como el paso del tiempo. Las piedras de sillar de sus muros nos hablan de la erosión de los años y de las huellas del viento, de restauraciones y de cambios, en algunas ocasiones más acertados que en otras, pero siempre de una voluntad de permanencia, como si el edificio tuviera una fuerza propia para resistir en pie. Este libro da cuenta de la historia de la ex colegiata, de las riquezas que albergó y que se perdieron por distintos caminos, y estudia con detalle dos tesoros imprescindibles para los berbegalenses: la hermosa talla de la Virgen Blanca, hoy desaparecida, y el frontal de altar del Salvador, obra maestra de la pintura medieval aragonesa.