El arte de viajar recoge gran parte de las crónicas periodísticas que Manuel Mujica Lainez escribió a lo largo de cuarenta años, entre 1935 y 1977, en sus recorridos por el mundo. Si como novelista el autor de Bomarzo , Sergio o El gran teatro exhibió la versatilidad de su imaginación, como escritor viajero despliega una similar adaptación a los ambientes y los temas más diversos, buscando en cada caso un registro acorde con lo que pretende contarle al lector.
En todos sus viajes, Mujica Lainez se portó como un verdadero hombre de mundo, que actuó con igual desenvoltura en las grandes capitales europeas, en China o en Bolivia. Tan dispuesto a reencontrarse con lo conocido como abierto a las sorpresas de lo diferente, en estas crónicas describe la Alemania de Hitler, narra la situación de Inglaterra y de Francia después de la guerra, descubre la antigüedad en la moderna Grecia, revela las riquezas del Perú tradicional, discute sobre el arte en París y hasta critica las desventajas del turismo. Con la agudeza y la ironía que caracterizan su estilo, puede ser el fiel cronista de los tiempos turbulentos de la posguerra o el viajero extasiado ante las ruinas del pasado, el curioso visitante de las tierras de Oriente o el ávido consumidor de objetos artísticos. Si algo define a estas crónicas de viaje es que a través de ellas Mujica Lainez comparte con el lector tanto los placeres del viajero como sus aventuras o imprevistos, y no lo priva, nunca, de revivir su propia experiencia.
En El arte de viajar , Alejandra Laera ha realizado una selección de las colaboraciones escritas por Mujica Lainez para la prensa periódica, entre las que incluye un conjunto de crónicas inéditas en libro hasta la actualidad. De allí que el presente volumen sea, como afirma Laera en su prólogo, "una gran excusa: para volver a la narrativa de Mujica Lainez desde un lugar diferente, para encontrarle nuevos sentidos, para ir en busca de lo novedoso y descubrir, también allí, lo que nos es familiar".