NADIA, la protagonista de esta historia, nos narra en primera persona y a través de sus recuerdos los sucesos que inexorablemente la conducen hacia su demoledora situación actual en la que lo único que le rodea son unas paredes que ella cree la protegerán de sí misma. Desde una casona de la sierra de Madrid, Nadia verbaliza su dolor en un aullido articulado de palabras que arrastra al lector hacia todo lo que le tortura. Muy pronto sabemos que la protagonista se aísla en ese lugar, en parte, porque ha cometido un asesinato. Nadia comienza a hilar su final en el momento en que llama al número equivocado. Se trata de SIMON, el que en el pasado mantiene una relación sumamente destructiva con nuestra protagonista y a través del cual Nadia logra su objetivo final: destruir toda posibilidad de felicidad con su actual marido, PIERRE. Simon, a través de una sutil e inteligente manipulación, conduce a Nadia a partir de este reencuentro y por segunda vez hacia un espacio donde solo la mentira más artera y sagaz puede mantener a Nadia a salvo. Nuestra protagonista construye a su alrededor una maraña de engaños en los que aparecen involucradas sus dos mejores amigas: SILVIA y LAURA. Una historia en la que la mentira, la traición y la venganza se mezclan y difuminan en el sórdido mundo de la adicción que construyen los protagonistas. Sexo, drogas y alcohol arropan y enmascaran su gran vacío.