André Ducatel despierta de una pesadilla claustrofóbica tras una juerga etílica en París con su amigo de juventud el comisario Dumolard, heredero de los métodos poco ortodoxos y el talante de su antecesor, el gran Vidocq. André es oficial en excedencia de la Guardia Nacional desde que participara en la Comuna de París, y disfruta del puesto de director del cementerio de La Chartreuse, en Burdeos, entre cuyos ilustres huesos se encuentran los del genial pintor aragonés Francisco de Goya. Hace diez años que no visita París y recuerda su vida pasada en la capital, su juventud bohemia y fracasada, y los sangrientos episodios de la Comuna, en los que tuvo una actuación decisiva. De regreso a Burdeos, al ambiente crepuscular y provinciano, André vivirá un drama sentimental desencadenado por su esposa Berthe, una ociosa burguesa admiradora de Madame Bovary, que se enamora del cónsul español Pereyra, personaje de perfil romántico empeñado en devolver los restos de Goya a su patria. Pero esta traición nos va pareciendo cada vez más una venganza, no tanto de sus protagonistas reales, sino tal vez perpetrada por fantasmas que vienen a pedir cuentas desde el pasado. La habilidad narrativa de Vicente Muñoz Puelles, cuyo oficio le permite jugar con personajes, sentimientos y situaciones con la soltura del jugador consumado de ajedrez, es capaz de compaginar un relato romántico de ambientación histórica con una intriga policial y psicológica, en la que la traición y su expiación sirven de hilo que teje el destino fatal de su protagonista.