Jazmines para una biznaga es una sintesis de afecto y elogio en torno a la esencia de una mujer como unica y excepcional musa, de su ciudad natal, de la mujer como figura universal. Versos construidos y deconstruidos en el mismo instante en que discurre cada palabra: manan fragancia fresca, elucubran sobre el entorno vital de aquella, sobre virtudes y defectos del ser humano. La voz propia e inconfundible del abajo firmante trata de encontrar luz entre las sombras, agua en el desierto, sueno en los suenos.
El discurso de este poemario comienza en el primer instante del amor y gira en torno a todas las vicisitudes tanto internas como externas que agreden su estabilidad.
Y aunque pudiera parecer lo contrario, el caracter discursivo de cada verso es tan universal como cualquier ciudadano del mundo.