El asunto principal de este libro es la vida filosófica de Edith Stein (1891-1942), la pensadora judía alemana, primer asistente de Husserl, rechazada por la academia germánica, monja carmelita, y gaseada en Auschwitz, de la que se va ofreciendo un estudio completo de todos sus escritos fenomenológicos, literarios y místicos, en el contexto intelectual y sociopolítico alemán que condujo al triunfo del nazismo y a la segunda guerra mundial. En torno a esta figura filosófica y espiritual, el libro es un relato de los entrecruces de vida y pensamiento que se producen con las también vidas entregadas al filosofar de María Zambrano (1904-1991), Hannah Arendt (1906-1975) y Simone Weil (1909-1943), de las que se ofrecen asimismo sus respectivas biografías intelectuales. Al hilo de este relato en dos partes, se van destacando los modos en que las cuatro vidas filosóficas entrecruzadas de estas pensadoras, desde la propia singularidad de cada una, configuran una específica constelación de pensamiento ante la crisis sociopolítica y espiritual europea, a las que las cuatro estimarán como una profunda noche de lo humano, y en la que perecerán trágicamente dos de ellas, Edith Stein y Simone Weil, mientras que las otras dos, María Zambrano y Hannah Arendt, proseguirán sus vidas filosóficas apurando la crítica de los derroteros culturales y espirituales de Occidente, así como poniendo de manifiesto la fragilidad de la democracia. De modo que las nociones más específicas de cada una de estas pensadoras -la razón poética de Zambrano, el amor del mundo de Arendt y la misma radicalidad política y mística del ""conocimiento sobrenatural"" de Weil- se entrelazan con las preguntas y respuestas de Edith Stein y con los ejes que movieron su propio pensar: la empatía, le estructura de la persona humana, el sentido del ser, y una fenomenología de la mística, que parecen señalar los propios límites no sólo de la fenomenología sino del pensamiento mismo en sus dos obras finales, Ser finito y ser eterno y Ciencia de la cruz.