Divinas palabras es una de las obras más deslumbrantes del teatro del siglo XX y también una de las más misteriosas y enigmáticas. Una acción que transcurre en un mundo lleno de ignorancia y brutalidad se trasciende para acabar alcanzando un nivel de misterio religioso, sin abandonar por ello su anclaje en una realidad social concreta. Hay obras que parecen estar basadas en una idea clara, que contienen una proclamación transparente de su propio sentido. En Divinas palabras, como en la mayoría de las obras de Valle-Inclán, y acaso en ésta más que en ninguna otra, todo se da más allá de la idea, más allá de un designio consciente y expreso, como si el significado se escondiera bajo una superficie de silenciosa belleza. En este ensayo se pretende reflexionar sobre el sentido de Divinas palabras, no con objeto de conjurar su extrañeza y disolver su enigma, sino para contemplarlos con más intensidad y cercanía. Enrique Moreno Castillo (Londres, 1947) es autor de cinco libros de poemas, por uno de los cuales obtuvo el Premio Ciudad de Barcelona de 1988. Así mismo, ha publicado dos estudios críticos, titulados Sobre el sentido de La vida es sueño (2004) y La Celestina como tragedia (aparecido en 2010 en esta misma colección), además de artículos sobre diversas obras y autores de la literatura española, como el Cantar del Cid, Manrique, Garcilaso y Antonio Machado. También se ha dedicado a la anotación de la poesía filosófica y moral de Quevedo; fruto de esta tarea son las ediciones del Poema heroico a Cristo resucitado (2008) y de Poemas metafísicos y Heráclito cristiano (2012). Además ha traducido El rey Lear y Macbeth de Shakespeare, una selección de poemas de Saint-John Perse, otra de Yves Bonnefoy y una colección de relatos de Michel de Ghelderode. Ha preparado igualmente una antología que lleva por título Dieciocho poetas franceses contemporáneos, libro que obtuvo el Premio Stendhal de traducción en 1999.