Un pastor se gana la gratitud de un viejo cuervo, al arrancarle una espina de la pata. Tras este gesto, el ave ayudará al pastor a conseguir sus sueños a través de una serie de intercambios que, partiendo de la espina, serán la línea conductora de la narración. Por la espina, una vela;Por la vela, una vaca;Por la vaca, una moza;Por la moza?¡UNA FLAUTA!