La zarzuela corta, el llamado género chico del teatro lírico español, después de ser el espectáculo más aceptado y aplaudido del cambio de siglo entró en crisis y resistió mal la competencia de nuevas formas de concebir y ver el teatro. Se encerró en una vía repetitiva que osciló entre la nostalgia casticista y el frasco de las esencias patrias. En el presente estudio Carmen del Moral Ruiz intenta plantear y explicar el género chico como un fenómeno cultural propio de una ciudad en expansión, como empieza a serlo Madrid en los años finales del siglo XIX. En su desarrollo se contempla la aparición de formas de ocio urbano en las que el teatro ligero con música juega un papel importante. A través del impacto que las representaciones de las obras cortas tuvieron en la sociedad madrileña finisecular se reconstruye el proceso que supuso la creación de formas modernas de creación y producción teatrales. Ello incidió en las pautas culturales y el ocio ciudadano, acercando el teatro ligero con música a un público numeroso que en Madrid, como en otras ciudades españolas y europeas de esos años, empezó a adquirir la costumbre de ir al teatro. Teatros, precios, empresarios y autores son abordados desde una nueva perspectiva, al tiempo que se hace un análisis detallado, dentro del contexto sociohistórico en el que se desarrolla la acción, de dos de las obras más emblemáticas del género: La Gran Vía y La verbena de la Paloma. Asimismo se estudian varias obras ligadas a la actualidad política del momento que trataron el problema de la guerra de Cuba: La vuelta del soldado, Un sevillano en La Habana, Artistas para La Habana, etc. Un apéndice del crítico Manuel García Franco introduce al lector en los aspectos musicales, público, crítica, voces, etc., e incorpora una relación de grabaciones en CD, videos y películas del género chico, completando así este riguroso y ameno estudio sobre un género musical genuinamente español.