Hasta hace pocas décadas la I República significó para intelectuales y políticos un modelo de ética y de democracia. Las Cortes de ese periodo fueron el escenario privilegiado en el que se presentaron proyectos de ley que contribuyeron a la modernización de España. Por primera vez se regularizaba el trabajo de los obreros, se abolían las quintas y eran sustituidas por un Ejército de voluntarios; la pena de muerte y la esclavitud también eran abolidas y se proponía una Constitución que organizaba España de forma federal con instituciones administrativas semejantes a las que tenemos ahora. Los diputados valencianos tendrán un protagonismo destacado en la elaboración de los proyectos mencionados, como también en el País Valencià, donde se sucedieron dos levantamientos de signo contrario; el cantonalismo y el carlismo. El cantonalismo fue el intento de los republicanos intransigentes por implantar las ideas federales. Desde el Maestrat las partidas carlistas recorrían las comarcas del País Valencià paralizando todas las actividades económicas y las comunicaciones llegándose a una situación de guerra civil..