El arte hispanomusulmán es parte del arte islámico. Pero, al mismo tiempo, es heredero y receptor de otras tradiciones artísticas que son las que colaboran a darle su riqueza y su propia caracterización. La presencia del Islam en la península Ibérica durante casi ocho siglos, con su extraordinario bagaje cultural y sus espléndidas creaciones artísticas, determinó la personalidad de lo hispánico medieval, diferente del resto, africano o europeo, y acuñó peculiaridades que, trascendiendo a la presencia material de lo musulmán, forman parte integrante y diferencial de lo que, genéricamente, puede considerarse español. El arte hispanomusulmán es el mejor testimonio tangible de aquellos tiempos.