Siguiendo la misma línea de estilo didáctico que en su novela anterior, La Luna sobre La Sabika, la autora recrea un periodo importantísimo de la vida de Madrid. Desde la llegada de los primeros árabes, su establecimiento en Mayrit y su consagración como ciudad fronteriza andalusí, hasta su declive con la Reconquista castellana, Madrid se nos muestra como una ciudad apasionante y bulliciosa. Cada capítulo, correspondiente a un siglo, nos hace imaginar la vida cotidiana de los madrileños, de andalusíes, mozárabes, cristianos, mudéjares y moriscos, cuyas costumbres se entrecruzan y dan origen a once cuentos. Historias cotidianas sobre eunucos y concubinas, guerreros, alarifes y cocineros, y su relación con personajes de la época (Zyrab, Abderramán III, Almanzor, el Cid, Alfonso X el Sabio, Juana la Loca...). Todo un recorrido por sus murallas, gracias al cual el lector aprende sobre las calles de Madrid, sobre sus santos, sus fiestas, sus mitos, a través de sus dos periodos: andalusí y cristiano, que son sus dos murallas.