Hoy estamos asistiendo al nacimiento de una nueva cultura, una nueva mentalidad (cf. GS 4). La cibernética está transformado de raíz nuestro sistema de valores y nuestras relaciones dentro de lo que se ha dado en llamar la aldea global o planetaria. La cibercultura presenta grandes sombras, pero también desbordantes aciertos. Para poder inculturarnos en ella y evangelizarla, necesitamos conocerla y amarla. Este libro quiere favorecer el diálogo de la fe con la cibercultura desde la llamada más apremiante hoy: la fraternidad universal, la integración de los más pobres en esta revolución mediática. Quiere ir más allá de los aspectos meramente formales y tecnológicos de estos medios, y profundizar en el rostro del Señor presente en esta cultura. Quiere sumarse a la confianza incondicional de Dios en el hombre y en su futuro, y partir de su mismo entusiasmo por este mundo, para poder restaurar y renovar en él todas las cosas, a su estilo (cf. Ap 21,5).