El frente más decisivo de la Segunda Guerra Mundial, donde se dieron los combates más encarnizados, fue el frente oriental.
Allí la más formidable máquina de combate de esa guerra, el Ejército soviético, primero contuvo y luego arrolló a la Wehrmacht. Los ivanes, los humildes soldados soviéticos, son los protagonistas de esta historia humana y militar, aclamada por la crítica, de un momento decisivo de la historia del siglo XX.
Stalin, que con las purgas de los años treinta debilitó extremadamente su Ejército, fue capaz, sin embargo, de organizar una de las maquinarias de guerra más eficaces, engranadas y dispuestas para el sufrimiento y la victoria de la historia. Vencedor de las potentes y equipadas divisiones alemanas durante la Segunda Guerra Mundial, su fuerza se debió a factores como la juventud de los soldados y los oficiales, el compromiso con la «gran guerra patria» contra la invasión nazi y los aciertos tácticos y estratégicos del estado mayor.
A partir del estudio de esos factores y de las circunstancias y condiciones de vida de muchos de los soldados, Merridale recorre los frentes y los oficiales, las decisiones y el heroísmo, y ofrece un aterrador testimonio de los métodos de los comisarios políticos -auténticos líderes y correas de transmisión de la ideología oficial- y de la férrea disciplina existente en las primeras líneas de combate, así como del pésimo trato que Stalin les dio tras la victoria en la guerra. El resultado es una brillante e innovadora obra de historia militar, que describe por vez primera el frente oriental desde el punto de vista del soldado de a pie, desplazando a los dictadores que han protagonizado los libros sobre este tema en los últimos sesenta años.