Fulgencio Rus desciende de los colonos que poblaron el norte de Andalucía a finales del siglo XVIII. Diez golpes de campana relata su evolución personal. Un viaje que comienza con el recuerdo de sus antepasados y concluye en una ciudad que ha dejado atrás su esencia minera. Diez golpes de campana es una amalgama de experiencias y ensoñaciones de gentes anónimas y sencillas; de testimonios individuales que, al entrecruzarse, conforman la memoria colectiva de un pueblo. Antonio Merino sigue escribiendo sobre personajes entrañables, mezclando la vida cotidiana, la investigación histórica y la ficción literaria. Fulgencio Rus, el protagonista, es un minero que ama sobre cualquier otra consideración a una mujer; sufre cuando sus compañeros pierden la vida en los pozos o con los terribles males de la anquilostomiasis y la silicosis, al tiempo que disfruta de los pequeños placeres de una vida difícil. Al leer Diez golpes de campana se siente palpitar el corazón de los mineros al escuchar los fatídicos golpeteos que llamaban a extraer a los amigos fallecidos y el de sus viudas consumiéndose bajo el luto y la impotencia. La obra te transporta a las penurias e ilusiones de los colonizadores de Sierra Morena; a la deshumanización de los años treinta, a la hambruna de los cuarenta, a las dificultades de los cincuenta y a la esperanza del resto de las décadas del siglo, recordando, al lector, muchos hechos de su infancia, juventud o madurez. Diez golpes de campana es una novela que hace que se disfrute de la lectura desde la primera hasta sus últimas y conmovedoras páginas.