Este libro aborda un tema de enorme trascendencia para la Historia de América. El Darién fue la madre de todas las exploraciones de la Tierra Firme, desde los actuales Estados Unidos a la Patagonia, y su historia constituyó el modelo, a escala reducida, de la conquista del Nuevo Mundo por los españoles. Después de la fase antillana (1492-1510), se abre en tierras darienitas la primera frontera continental de la América hispana. Entre Colombia y Panamá, a espaldas del golfo de Urabá, se ubica la región del Darién, el gran escenario de esta conquista y el lugar más inadecuado para establecer una colonia, que fue bautizada con el nombre de una bella virgen sevillana: Santa María de la Antigua. El Darién fue el escenario temprano de fábulas y ensueños. Allí se materializó la famosa leyenda del Dorado que los conquistadores quisieron identificar con el fabuloso reino de Dabeiba. Vasco Núñez de Balboa, el mejor vendedor de sueños de la historia de América, se encargó de difundirla por toda la Península para magnificar sus hazañas. Y así cundió la fama de que en Tierra Firme se pescaba el oro con redes y que sus granos eran tan gruesos como aceitunas, de manera que todos en España enloquecieron por ir a buscarlo. Allí se forjó en el arte de la guerra y en las actitudes propias de una vida de frontera una raza de conquistadores que extendió sus depredaciones hacia el norte hasta las tierras de Nicaragua y hacia el sur hasta el Perú y Chile, llevándose miles de indios esclavos y arrasando la población aborigen.