La violencia de género es uno de los grandes problemas que tiene la sociedad actual. Prácticamente, no hay día o semana en el que no haya que lamentar la pérdida de la vida de alguna mujer por esta causa y ello es solo la punta visible del iceberg, lo que permite imaginar la terrible magnitud oculta del drama que, a diario, sufren miles de mujeres y sus familiares (niños, dependientes) por esta causa. En aras a la solución de este problema, la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de medidas de protección integral contra la violencia de género (LOVG), abordó desde diferentes frentes la protección de la víctima. Uno de estos frentes es el laboral, en cuanto se revela como básico y fundamental para la mujer maltratada el poder disponer de una independencia económica, y esta se logra, habitualmente, a través del desempeño de un puesto de trabajo. En este sentido, el legislador diseña una serie de medidas pensadas para facilitar el acceso al mercado de trabajo de la víctima (programa de inserción sociolaboral específico) y, en caso de que ya esté incorporada a aquel, para garantizar o facilitar el mantenimiento de ese puesto (por ejemplo, reducción de jornada, reordenación del tiempo de trabajo, movilidad geográfica, justificación de las faltas de asistencia o puntualidad motivadas por la situación de la víctima, o, en fin, nulidad del despido efectuado con base en el previo ejercicio de estos derechos laborales por parte de la trabajadora). Finalmente, si es imposible coordinar el trabajo con la situación de violencia, y se decide suspender o extinguir el contrato, la afectada también gozará de protección, incluida la económica. Esta protección también se disfrutará cuando no se disponga de recursos económicos suficientes, con independencia de que se haya trabajado o no, aunque con sujeción a determinados requisitos (v. gr., rentas de integración social, salario de la libertad y similares). El presente libro se dedica, fundamentalmente, al análisis de todas estas medidas laborales y de apoyo económico a la víctima de violencia de género, aunque también se examinan otros aspectos más generales. Así, se estudia esta violencia desde la perspectiva internacional y de derecho comparado (Portugal), el concepto y rasgos de aquella desde la óptica del Derecho del trabajo, la relación entre violencia de género y acoso sexual y acoso por razón de sexo, la acreditación de la violencia sufrida por la mujer maltratada, el tratamiento de este problema en la negociación colectiva (convenios colectivos y planes de igualdad), la particularidad de algunos colectivos de víctimas (autónomas, extranjeras irregulares) o, en fin, la posición jurídica de aquellas en el proceso laboral. Los autores de esta obra son, en su mayoría, profesores procedentes de las tres universidades gallegas (Vigo, Coruña y Santiago), madrileñas (Complutense, Alcalá de Henares y Rey Juan Carlos) y del País Vasco, pero también Magistrados de los juzgados de lo Social y de Tribunales Superiores de Justicia. Todos ellos son profesionales de reconocido prestigio por la seriedad y el rigor de sus publicaciones, como queda patente en los trabajos que ahora salen a la luz y de los que cada uno responde individualmente. Cabe recomendar la lectura de la presente obra a todos los interesados en la materia, con la esperanza de que les sea útil. Desde luego, el enfoque y las fuentes utilizadas por los autores en sus estudios buscan que el resultado final sirva para detectar los problemas principales de las diferentes cuestiones planteadas, así como aportar soluciones realistas a las mismas. Para ello, aquellos se alejan de meros planteamientos teóricos y analizan, con rigor y exhaustividad, la bibliografía ya existente, la legislación aplicable (internacional, estatal y hasta autonómica) y las fuentes convencionales (convenios y pactos colectivos, planes de igualdad) y jurisprudenciales. Sin duda, el lector de la obra encontrará en ella problemas reales y concretos que la violencia de género implica para la mujer, pero también, soluciones críticas e imaginativas a aquellos, que esperamos sirvan para mejorar -en alguna medida- su situación presente y futura.