La expatriación de trabajadores está ganando un llamativo protagonismo en el escenario laboral a remolque de la creciente e imparable internacionalización de la actividad empresarial. Pero, bajo sus distintas variantes y subespecies, suscita numerosos interrogantes jurídicos a todos cuantos conectan con esta compleja y deficientemente regulada realidad (bien sea como protagonistas principales, bien como asesores de éstos o de las empresas implicadas, bien como gestores de recursos humanos en escenarios multinacionales, o bien como estudiosos de la materia). La presente obra, dirigida a todos ellos, aborda el estudio de conjunto de la movilidad transnacional de trabajadores, con intenso apego a las más modernas tendencias, prácticas y políticas al uso, y a los problemas reales que en ese marco se suscitan. Asumiendo que el estatuto jurídico del trabajador expatriado normalmente será el fruto de una cuidadosa negociación, pero sin obviar que en el desarrollo de la misma las partes tropezarán con múltiples condicionantes y límites, se da cuenta de los mismos y de las implicaciones jurídicas anudadas a cada opción disponible. Todo ello, se aborda sin descuidar ninguna de las parcelas del ordenamiento jurídico implicadas (Derecho Migratorio, Derecho Internacional Privado, Derecho del Trabajo, Derecho Tributario, Derecho de la Seguridad Social y Derecho de la Prevención de Riesgos) diferenciando las distintas etapas del proceso de expatriación, y prestando la merecida atención a las vicisitudes que podrían acontecer en cada una. Se identifican los focos de negociación de importancia crítica y se orienta sobre las regulaciones o pactos y actuaciones más aconsejables, ponderando el factor internacional (en permanente tensión o contradicción con el carácter eminentemente local del Derecho del Trabajo) y atendiendo a las dificultades de orden práctico previsibles. La obra constituye, así, una herramienta imprescindible para preparar y gestionar la expatriación de trabajadores; no sólo por su enfoque riguroso, exhaustivo y realista, sino también por estar concebida con un propósito equilibrador de los intereses contrapuestos en juego y minimizador de una litigiosidad evitable.