A partir del siglo XIX hasta la actualidad hemos pasado demorir en casa a morir en los hospitales, por ello los profesionales están encontacto con el proceso que acompaña a la muerte ajena, el cual nos haceconscientes de nuestra propia muerte, provocando un mayor o menor grado deansiedad e intranquilidad. Esto se traduce en una atención inadecuada, alintentar escapar de la angustia que produce enfrentarse a la muerte.Las actitudes y valores de las enfermeras ante la muerte están influidas no sólo por lasdemandas del entorno, sino también por factores de índole personal, profesionaly sociocultural.En palabras de Virginia Henderson, ?la enfermera y elpaciente siempre están luchando por la consecución de un objetivo, ya sea laindependencia o la muerte pacífica.? El objetivo es conocersi nuestras enfermeras, trabajadoras enun hospital de un área, tienen ansiedad,cuando atienden a pacientes en estado terminal, pudiendo repercutir esto enla calidad de sus cuidados. Los profesionales de enfermería son esenciales en los cuidados paliativos. Deben saber integrarla muerte como parte de la vida, evitando que se genere ansiedad.La asistencia a un curso vivencial sobre la muerte, puededisminuir la ansiedad de las enfermeras de atención especializada de un área desalud, utilizando como instrumento de medida la escala de Templer 1970,traducida y validada al castellano por Tomás Joaquín Sábado y Juana GómezBenito.