El desequilibrio amenaza toda Áurea. Amanda sabe que ha traicionado a quienes ama. Asediada por la insoportable culpa vuelve al jardín de Talien en busca de respuestas. Allí descubrirá que para restablecer el equilibrio necesita la ayuda de Peredur, el loco puro, un ser tan desquiciado como cabal que la empujará a un laberíntico viaje en busca de un niño muy especial: «el hijo del leve consuelo». Desgraciadamente hay otros, además de Amanda, que ansían capturar al pequeño. Segunda parte de Amanda y el amor de cristal, novela fantástica de aventuras y amor.