Para algunas generaciones de nacidos durante el siglo XX la trayectoria matrimonial típica fue la de casarse casi todos y en la juventud. Ese patrón comenzó a variar entre los que nacieron sobre todo a partir de los sesenta. Ellos iniciaron una tendencia que se refuerza conforme más reciente es la generación, de modo que los españoles se casan cada vez menos y con más edad. Este libro explora las relaciones entre los cambios socioeconómicos y culturales, y el viraje de la nupcialidad en España a través de un riguroso análisis de datos. Entre otras cuestiones, aborda cómo el desarrollo de una carrera laboral por parte de las mujeres ha afectado al descenso de matrimonios. También los efectos que ha provocado la comparativamente tardía inserción laboral de los jóvenes sobre el nuevo calendario nupcial. Por otra parte, describe la opinión de los españoles sobre los modos de vida alternativos al matrimonio, que ha desembocado en una menor presión social para casarse, y reflexiona sobre el papel que pueden jugar las administraciones públicas, las familias y el mercado en la formación familiar.