En este libro se estudia la configuración y la trayectoria seguida por el asociacionismo de editores y libreros durante el primer cuarto del siglo XX. Pero no es sólo una historia institucional, ya que articula la política de editores y libreros en el contexto de las transformaciones socioeconómicas, políticas y culturales de España entre 1900 y 1936, y en relación con el proceso de modernización del mundo de la edición. A principios de siglo surgieron dos importantes asociaciones de carácter corporativo que culminaron con la creación de las cámaras oficiales del libro de Barcelona y Madrid en 1918 y 1922, respectivamente. El Centro de la Propiedad Intelectual y la Asociación de la Librería Española nacieron para regular las relaciones entre los profesionales del libro, tras la aparición del editor como profesión autónoma diferenciada del comercio de librería. Al igual que otros sectores industriales y mercantiles, se agruparon para defender sus intereses ante otros colectivos y ante el Estado. Además, a través de los debates y asuntos corporativos se analizan las principales cuestiones que afectaban a la producción y comercialización del libro, como el importe del papel, la exportación a los mercados americanos, o la reglamentación del precio y de la venta al público.