Las catástrofes, originadas por fenómenos naturales o provocadas porel hombre, se vuelven cada vez más frecuentes. Sin embargo, son muypocos los Grados de Periodismo que contienen en su plan de estudiosasignaturas que ayuden al futuro periodista a informar en forma debida sobre emergencias y catástrofes. Frente a esta realidad, centenaresde instituciones -gobiernos, organizaciones interestatales, etc.-publican guías que invitan a los periodistas a conocer los mecanismosdiferenciales de la información cuando hay que informar desde el lugar del desastre o, simplemente, cuando deben informar sobre lacatástrofe. Este libro intenta hacer, básicamente, cuatro cosas. Enprimer lugar, reflexiona sobre la evolución de la catástrofe -suhistoricidad- y de las palabras que la envuelven y que la designan. En segundo lugar, investiga qué se hace mal cuando se informa sobre unacatástrofe y en los mecanismos de desinformación que frecuentemente la envuelven. En tercer lugar, propone un amplio catálogo de prácticasinformativas acordes con los consensos existentes en casos deemergencia y catástrofe. Lo hace tanto