Los que no conozcan a Tomás Martín Tamayo más allá de su proyección pública, o de su faceta como fecundo columnista en la prensa nacional y extremeña, se sorprenderán al encontrar aquí a un autor de largo recorrido, con experiencia y lleno de recursos literarios, capaz de sorprender al lector pasando del relato lírico al desgarro sangriento. Tomás Martín Tamayo, después de su exitosa novela, El enigma de Poncio Pilatos, (Edt. Planeta, 2010) vuelve al relato corto, demostrando una vez más sensibilidad narrativa, capacidad de observación, sentimientos profundos, clara inteligencia y definida personalidad. Su estilo es directo y popular, deshecha lo inútil para ir directamente a lo que quiere contar, sin concesiones a estándares convencionales que pudieran limitar la fortaleza de su expresión literaria. El lector tiene en sus manos la posibilidad de disfrutar de unos relatos que no lo dejaran indiferente, conociendo a uno de los autores extremeños más singulares e independientes de la narrativa actual.