En el momento de su fallecimiento, en enero de 1964, LuisMartín-Santos había dejado en manos del editor Carlos Barral estaobra. En ella ensayaba una vía de conciliación entre la teoríapsicoanalítica de Sigmund Freud y la filosofía existencialista deJean-Paul Sartre, a quienes remiten los conceptos del título y,expresamente, el llamado 'psicoanálisis existencial'. Este enfoquepresuponía la existencia de unas estructuras psíquicas subyacentes entodo sujeto, determinantes del modo de ser y estar en el mundo, que no desaparecían sin más en los casos de enfermedad mental. Ladescripción racional de tales estructuras debía permitir una másadecuada comprensión del enfermo y, con ello, contribuir a sucuración. Todo el admirable esfuerzo intelectual desplegado enLibertad, temporalidad y transferencia en el psicoanálisis existencial estaba encaminado a mejorar el entendimiento complejo de la patología psíquica, algo que había preocupado al autor siempre, como demuestraque dedicara su tesis, en 1953, a Dilthey, Jaspers y la comprensióndel enfermo mental (publicada en 1955). El designio de hacercompatibles el psicoanálisis freudiano con la doctrina sartreana de la libertad y la responsabilidad responde a la búsqueda de unapsiquiatría humanista que opere desde una concepción integral,antropológica e histórica, del ser humano. El impulso que inspiró este libro sigue apelando a nuestra actualidad. Un esclarecedor prólogodel doctor Manuel Villegas Besora sitúa en su contexto histórico laobra. En apéndice se reproduce la semblanza de Martín-Santos queescribió Carlos Castilla del Pino para la primera edición de 1964.