En julio de 1973 Mohammed Daud Khan, un miembro marginado de lafamilia real, derrocó al rey de Afganistán con el apoyo del PartidoDemocrático Popular de Afganistán comunista y proclamó la República.El PDPA se dispuso a llevar adelante un programa de reformasrevolucionarias que incluían la reforma agraria, la plena igualdad dederechos de la mujer y un programa de alfabetización que erosionaba el control de la educación y la cultura por parte del clero islámico.Pero la división del PDPA sobre el contenido inmediato de larevolución, democrática o socialista desestabilizó al nuevo régimen,luego el sectarismo de la facción vencedora facilitó una progresivareacción islamista contra la República revolucionaria. Esa reaccióncreció exponencialmente cuando a comienzos de 1979 el gobierno de losEEUU vio en la situación afgana la ocasión para desestabilizar el surmusulmán de la URSS y pasó a financiar y apoyar logísticamente lacontrarrevolución islamista, que derivó en una guerra civil que dio un nuevo salto cualitativo cuando en diciembre de 1979 tropas soviéticas entraron en Afganistán. La guerra civil convirtió a Afganistán en unnuevo escenario de confrontación entre EEUU y la URSS y desarticuló la sociedad afgana, que cayó masivamente en el narcotráfico, una fuentecomplementaria de financiación, fundamental para los islamistas. Laretirada del apoyo directo de la URSS, y tras la caída de ésta de todo apoyo, acabó con la derrota de la República revolucionaria y ladesestabilización permanente del Estado que la sucedió, preso delcaudillismo y la permanencia de la narcoeconomía.