Greydon Quinn no imagina lo que le espera cuando decide buscar al ladrón de joyas más famoso de Londres. Recién llegado de la India, Quinn necesita localizar el diamante rojo que devolverá la paz al pequeño principado de Amjerat e impedirá la muerte de muchos colonos británicos. Se trata de una gema de incalculable valor que irradia un maligno poder, y que solo el Ladrón de Mayfair es capaz de encontrar y recuperar. Pero el ladrón en cuestión resulta ser una mujer. Lady Viola Preston ha caído en desgracia tras la repentina muerte de su padre, que la dejó en la ruina más absoluta. Por suerte, Viola posee un don; es capaz de escuchar la voz que emiten las piedras preciosas. Algo que acaba utilizando a su favor cuando se ve obligada a recurrir al robo de joyas para mantener a su madre y su hermana. Cuando Quinn conoce a Viola, se da cuenta de que su mayor problema no será conseguir que robe el diamante rojo, sino controlar la salvaje pasión que despierta en él. Porque, sin duda, sería un error que dieran rienda suelta a su lujuriosa naturaleza...