Es de interés didáctico conocer "" lo que el alumno sabe"" sobre el contenido académico objeto de enseñanza, pero si este es utilizado para diseñar un cuestionario o para dar significado, evaluar o interpretar las respuetas que da el alumno a una serie de tareas, como se suele hacer usualmente, se convierte en un esquema inadecuado puesto que existen notables diferencias entre los contenidos académicos y los contenidos cognoscitivos del alumno. Una metodología dirigida a delimitar ""lo que el alumno sabe"" debe, por un lado, fundamentarse en un contexto teórico que haya tenido como objeto de estudio el sistema cognoscitivo del alumno, como es el caso de la Epistemalogía Genética, a fin de que los datos que ofrece el alumno sean evaluados adecuadamente y, por otro, no perder de vista que la búsqueda de concepciones se hace primordialmente para acomodar lo más posible el contenido de la enseñanza a las peculiaridades cognoscitivas del alumno, por lo que sería necesario tomar del alumno una información lo más cercana a los elementos cognoscitivos que pone en juego en el proceso de aprendizaje. Las llamadas ideas previas del alumno (otro autores suelen referirse a ellas con términos como concepciones, ideas alternativas, preconcepciones, errores conceptuales, etc), cuando son delimitadas tomando como referencia el contenido académico, son sólo una porción de toda la posible información que se puede obtener del alumno con implicaciones en el plano de la enseñanza. Este trabajo traza las directrices metodológicas necesarias para obtener una amplia información del alumno de interés didáctico y son aplicadas posteriormente para diseñar y desarrollar un cuestionario.