El punto de arranque de este libro se produjo cuando un grupo de docentes abrió sus aulas y permitió que se les observara desde la práctica cómo gestionaban y organizaban sus clases. Fruto del estudio y análisis que esto generó, se reunió un abundante material en el que quedaron registradas de manera narrativa más de 100 horas de docencia de muchos profesores. Dado el interés de cara a la práctica que reunían esos registros narrativos, se consideró que podría ser analizado y comentado por otros compañeros. Con este propósito, un día se decidió empezar a ponerlo a la disposición de casi doscientos profesores y profesoras. Lo que ellos analizaron, comentaron o propusieron mientras leían esas sesiones de clase registradas, se recogió y se examinó. Se contrastaron sus aportaciones con diversos referentes teóricos, fundamentalmente desde las teorías de la Educación Inclusiva, y se estructuró de manera más o menos clara toda la información que fue derivándose. El resultado final es este libro.