El burnout, o síndrome de estar quemado por el trabajo, empieza ser considerado como una enfermedad laboral. Este síndrome está directamente relacionado con las profesiones que tienen una alta interacción con los usuarios, como puede ser la profesión docente. Se caracteriza por agotamiento emocional, despersonalizacion y una baja realización profesional de las personas que lo padecen y presenta una serie de consecuencias fisiológicas, psicológicas y conductuales. A partir de los resultados obtenidos en el estudio que se presenta en este libro cabe concluir que la profesión docente es una profesión de riesgo debido a la serie de circunstancias psicosociales que la rodean. Las demandas y las expectativas que la sociedad tiene sobre los profesores son excesivas y, quizás, desajustadas, mientras, por otro lado, el reconocimiento social a su labor ha disminuido considerablemente en los últimos tiempos. Sin embargo el hecho de que estos temas salgan a la luz supone una puerta abierta para poder implementar toda una serie de investigaciones que ayuden a los profesores a evitar riesgos laborales de este tipo y a mejorar su calidad de vida personal y laboral.