Todo, incluso tú, está formado por partículas diminutas llamadas átomos. Hay unas 100 clases de átomos diferentes cuyas combinaciones, las moléculas, conforman todas las sustancias del Universo. Esos átomos se mueven continuamente, y su movimiento se traduce en calor. Cuanto más caliente esté algo, más rápido se mueven sus átomos. Si calientas lo suficiente un sólido, sus átomos vibran a tal velocidad que no pueden seguir manteniendo una estructura rígida, y el sólido se transforma en líquido. Los átomos de un líquido se deslizan unos sobre otros pero sin desunirse. Si sigues calentando ese líquido, los átomos acabarán por separarse, y el líquido se transformará en gas. La naturaleza del calor dejaba perplejos a los científicos pero, tras siglos de observación, se han resuelto muchos de sus misterios. Con los experimentos de este libro podrás seguir sus pasos e investigarlo tú mismo.