Aquí se ofrece la visión de un espectador de la vida cultural española del segundo semestre del año 2014. Es un libro de filosofía, porque emboscada entre sus páginas aparece una sencilla idea: la escritura es la clave del pensamiento. Puede pensarse sin escribir, pero solo el pensamiento que aparece en el proceso de la escritura llegará a ser filosofía. El autor ha mirado con ojos de lechuza, que es el símbolo de la filosofía, el acontecimiento cultural para levantar acta de lo visto, de lo pasado, y fijarlo por escrito en un diario filosófico muy personal, sin otro objetivo que no sea ayudarle a seguir pensando. Hay otros dos argumentos para colocar este libro en las estanterías que acogen los libros de filosofía: por un lado, defiende con candor la búsqueda de explicaciones universales y radicales para comprender lo contingente y cambiante, lo irracional, de la vida; pero, por otro lado, es un libro escéptico de sus propias conclusiones. El autor disfruta ordenando su biblioteca y leyendo en los libros que le gustan, asiste con placer a representaciones teatrales, procura ir al cine sin leer críticas, visita exposiciones, hace viajes, habla con la gente, observa el devenir político de su país y, después, escribe sobre todo eso. Es otra manera de vivirlo. Es como vivir dos veces. El autor ha tratado de escribir con amenidad, pero sin confundir levedad de ideas con frivolidad.