Hay una expresión que da unidad y sentido a los escritos y la vida de Ignacio de Loyola: «Buscar y hallar a Dios en todas las cosas». Y hay que entenderla literalmente. «Todas las cosas» significa toda la realidad cósmica, histórica y humana. El Dios lejano se hace incomparablemente cercano en todo cuanto existe. Y así se pone de manifiesto en los escritos recogidos en este libro, que, «por otra parte, no son textos para ser únicamente leídos. Se trata de pasajes que llaman a la meditación, a considerar y sopesar lo que dicen, a preguntarnos en qué iluminan nuestra vida, a qué nos impulsan. Muchas veces querrán terminar en plegaria. Sólo así cumplirán su finalidad. Los lectores de este libro pueden encontrar en él un medio para conocer más a fondo la espiritualidad ignaciana y nuevos estímulos para avanzar por ella. Estamos muy necesitados de una espiritualidad que ?más allá de las ya gastadas e infructuosas polarizaciones? articule satisfactoriamente el amor a Dios y el amor al prójimo al modo de Jesús. La espiritualidad ignaciana aparece hoy como un instrumento especialmente apto para lograr esta integración». IGNACIO DE LOYOLA (1491-1556) es el fundador de la Compañía de Jesús.