Después de relatar, resumido, el cuento de la Cenicienta para aquellos niños y niñas que no lo conocen, el narrador nos explica que un día, cuando leía el cuento a su hijo, pasó una cosa extraordinaria. Repentinamente, el relato cambió, y por mucho que el hada madrina tocase la Cenicienta con la varita mágica para convertirla en la chica preciosa que enamora el príncipe, ésta no cambiaba. La varita fallaba. ¿Qué ha pasado? Pues que la madrastra ha hecho un embrujo para contrarrestar los efectos mágicos de la varita. Superado este obstáculo, la Cenicienta puede ir finalmente al baile. Pero entonces, la madrastra, que está decidida que esta vez sea su hija grande quién se case con el príncipe, hace desaparecer el zapatito de cristal que se queda en la escalera del palacio. Y, está claro, sin el zapatito, como encontrará el príncipe a la Cenicienta? Cuando sabe que la madrastra ha hecho desaparecer el zapatito, la pobre Cenicienta se desespera. Esta vez no podrá ser princesa y tendrá que ser por siempre la chacha de aquellas brujas. Un día, cansada de soportarlas, marcha de la casa y busca refugio en el palacio real, donde la acogen para ocuparse de los fogones. Allí se entera de que el príncipe está muy triste desde la noche del gran baile. Entonces, la Cenicienta le dice a la cocinera que ella ha bailado con el príncipe. La mujer la toma por ingenua, pero hace correr la ocurrencia entre los sirvientes del palacio, hasta que alcanza los oídos del príncipe. Intrigado, el príncipe quiere conocer a la Cenicienta, y cuando la ve, le entre la duda si será o no la chica del baile. Para no quedarse con la duda, la somete a una prueba. Una vez superada, el cuento acaba como tenía que acabar, con la Cenicienta convertida en princesa. Con esta obra, Marge Books pone en marcha la iniciativa «Libro Solidario», mediante la que colabora con diferentes organizaciones dedicadas a la ayuda humanitaria, a la defensa de los derechos humanos, el desarrollo de la educación y la defensa del medio ambiente, entre otras actividades solidarias.