En este libro se desarrolla una propuesta sobre los procedimientos y contenidos de la ética sexual y amorosa, un campo olvidado por la sexología y la educación sexual, no sólo en España, sino a nivel internacional. Abandonada la moral represiva y sexofóbica de la cultura judeo cristiana, nuestra sociedad de mercado y consumo ha hecho de la sexualidad y las relaciones amorosas un producto más de uso, banalizando las relaciones y recurriendo a nuevos mitos. Lo que antes era pecado se convierte ahora en deseable o incluso obligatorio. La sexualidad se usa como mediador de la publicidad y como contenido explícito que se vende asociado a otros productos o, directamente, haciendo propaganda para que los ciudadanos se conviertan en consumidores compulsivos. El derecho al placer se convierte en una obligación de luchar para parecer atractivos y jóvenes (con numerosas industrias interesadas en crear necesidades a los usuarios), seducir y tener relaciones sexuales (también facilitadas por numerosos productos) en las que cada persona debe buscar por sí misma su placer, con independencia del placer y el bienestar de otro. Como en otros campos, también el consumo compulsivo de sexualidad se identifica con la felicidad. Es así como las relaciones sexuales se pueden convertir en un "campo de minas". Todo ello justifica la necesidad de una obra como ésta en la que si somos libres lo inteligente es tomar decisiones sobre nuestra vida sexual y amorosa teniendo en cuenta nuestro bienestar y el de los demás y sin dejarnos doblegar por doctrinas represivas ni instrumentalizar por una sociedad de mercado. En este libro no se entiende la ética como una moral impuesta por razones religiosas o políticas, sino como unos principios de valores universales basados en la argumentación que finalmente nos sirven para cometer menos errores, evitar sufrimientos y ayudarnos a gozar más y mejor en nuestra vida sexual y amorosa.