Desde finales del siglo XVII y durante el siglo XVIII los antiguos juegos con toros se fueron convirtiendo en espectáculos públicos y los espectadores comenzaron a pagar una entrada por asistir a los mismos. Será en la corrida moderna donde se desarrolle esta idea de espectáculo público como actividad mercantil. En ella, un grupo de individuos o lidiadores se enfrentan a un toro para darle muerte. La principal característica de esta corrida moderna es la retribución de sus participantes, tanto de los organizadores, como de los lidiadores y de los proveedores de toros. Todos ellos están profesionalizados y entienden su participación en estos espectáculos como su medio de vida, su profesión. En este libro se trata de analizar a todos los participantes en la corrida, pero no de manera individual sino como categorías profesionales diferenciadas. Se prioriza el estudio del colectivo más que el del participante individual. Por ello, lo que interesan son las relaciones que surgen entre los diferentes participantes en la organización y celebración de la corrida de toros. Estas relaciones pueden ser de índole muy diversa, aunque, aquí, nos centramos en las de ámbito económico, tanto empresariales como laborales. El empresario es quien contrata a los demás participantes, así como a los servicios necesarios para la celebración de la corrida. Entre el empresario y el resto de los participantes van a desarrollarse unas relaciones empresariales que se plasman en un contrato. Los lidiadores no actúan de manera individual sino que lo hacen agrupado en cuadrillas, en las que se desarrolla unas relaciones profesionales, que también quedan reguladas en contratos tanto por escrito como verbales. El análisis de esta serie de relaciones tanto empresariales como profesionales que afectan a los diferentes individuos y colectivos que participan en la corrida será el objetivo de este libro.