En este mundo global, las instituciones financieras internacionales -en concreto, el Banco Mundial y el FMI- han adquirido un particular poder económico y político. Desde su creación en 1944, hasta nuestros días, estas instituciones han ido adaptándose a los requerimientos de la comunidad internacional, en general, y a la causa de los derechos humanos, en particular. Esta monografía analiza, desde el punto de vista del Derecho internacional, cómo se ha producido esta evolución, sus causas y limitaciones jurídicas y políticas, así como las respuestas concretas del Banco Mundial y del FMI al incorporar en sus políticas operacionales y programas de préstamos las obligaciones internacionales de derechos humanos, en particular, de los derechos económicos, sociales y culturales. Con ocasión de la actual crisis económica, el FMI ha flexibilizado la condicionalidad de sus préstamos y ha creado nuevas líneas de crédito; mientras que el Banco Mundial exige el cumplimiento de determinados requisitos materiales de derechos humanos como condición necesaria para la concesión de financiación.