El Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea reconoce que los animales ya no son para el Derecho simples cosas, sino seres sensibles. Alemania, Francia, Reino Unido y España son Estados que han prestado, en mayor o menor medida, atención al ámbito del bienestar animal desde el punto de vista legislativo a lo largo de la historia. Estados Unidos tiene como pieza clave del sistema la Ley del Bienestar Animal (Animal Welfare Act) que en origen se preocupaba especialmente por la experimentación animal, y en la actualidad abarca el bienestar animal en un sentido más amplio. La legislación del bienestar animal en Estados Unidos se centra fundamentalmente en los animales silvestres (y, además, los caballos), mientras que en Europa y España predomina la regulación de los animales de producción agropecuaria. La gestión de la biodiversidad cuenta en Estados Unidos con una mayor tradición y experiencia porque forma parte de la cultura norteamericana, de la misma manera que lo hacen los Parques Nacionales, auténtica expresión del patrimonio nacional equivalente a lo que en Europa es el patrimonio histórico. La aplicación de la Endangered Species Act (ESA) en Estados Unidos es especialmente rigorista. Además, la expresión de ese interés cultural general se manifiesta a través de la «nature writing», una literatura sobre la conservación y recuperación de especies, especialmente atractiva para el lector norteamericano. En definitiva, estamos ante una obra pionera y sugerente en Derecho del Bienestar Animal.