Por aquí se dice que si uno cava al pie de un árbol es casi seguro que encontrará un cadáver. Los viejos cuentan esa clase de historias, pero yo jamás las he creido, pues Candy City está rodeada de inmensos fresnedales que se extienden hasta Oxfield y más allá. Estoy seguro que desde la fundación de la ciudad, mucha gente ha sido asesinada, pero es imposible que haya un muerto por fresno. Sin embargo, Louie y yo dimos aquel día con un antiguo cadáver.
En Candy City, cualquier, en cualquier momento, puede tener motivos para matarte.
"Para meterle miedo a un tipo, pero no miedo a que te den una paliza, sino miedo de verdad, basta con sacar las tijeras de podar, y rebanarle un par dedos de los pies; quedará cojo para toda la vida, pero podrá hacerse todas las pajas que quiera", decía Craig. "No es necesario llevar encima un botiquín de emergencia. Que se busque la vida, el gilipollas. Si se desangra será culpa suya y de nadie más. Que se joda".