¿Dónde y cuándo nació la bioética? Tradicionalmente se ha atribuido la creación del neologismo «bioética» a Potter, en 1970, y su desarrollo a los jesuitas de la Universidad de Georgetown. Sin embargo, la cuestión es mucho más compleja y supera ampliamente el contexto norteamericano, no solo porque se descubrió que el alemán Fritz Jahr ya había acuñado el término en los años veinte, sino porque la ética clínica tiene siglos de historia, y en todas las culturas y religiones se ha reflexionado sobre los problemas referentes a la salud, la vida y su ocaso. Al factor meramente histórico hemos de añadir el ideológico. «Bioética» fue el término que emplearon algunos teólogos para adoctrinar al personal sanitario conforme al dogma católico en asuntos como la reproducción y la eutanasia. Este intento de monopolizar materias tan sensibles provocó como reacción defensiva la incorporación a la disciplina de corrientes de pensamiento feministas, laicistas y multiculturales. Por último, la aceleración de la biotecnología y el temor a las consecuencias de la manipulación del genoma de los seres vivos terminaron de consolidar la bioética como campo de conocimiento plural y multidisciplinar.