En un país derrumbado social y éticamente, acosado por la crisis económica, el paro y la corrupción política, el protagonista de esta historia, Daniel, un hombre de mediana edad, indignado por las circunstancias en que se halla, decide aventurarse en la ejecución de un plan muy arriesgado y demencial, cuyo desenlace el lector no sabrá hasta el final de la narración. Ambientada en un Madrid roto por la crisis y los recortes del Gobierno, la novela resume los últimos cincuenta años de nuestro país y ofrece un certero retrato de la España actual, en cuya degradación política parecen hallarse reminiscencias del tardofranquismo. Con inusitada contundencia, a pesar de su envoltorio poético, el autor crea un protagonista a la altura de los de Cela, Camus o Rulfo. El tremendismo de Pascual Duarte, el nihilismo y la soledad de Meursault, y el realismo mágico de Pedro Páramo encuentran aquí una síntesis, en un personaje que es un claro alegato contra el poder represivo y a favor de la libertad, la justicia y la dignidad humanas.