La ironía del título ¿frase tomada de una estrofa del himno nacional¿ ya anuncia lo que será el desarrollo y el propósito de esta novela de Lobo Antunes: mostrar el otro lado de ese «esplendor», desvelar sin paliativos la verdad a uno y otro lado del espectro político, a través de dos espacios narrativos alternantes, Luanda y Lisboa, de 1977 a 1995, a lo largo de dieciocho años de historia. Mediante una estructura coral de distintos monólogos que se acercan y se alejan, Lobo Antunes nos conduce con su particular maestría al interior de unos personajes que, habiendo perdido ya su lugar, esperan en vano ese sitio en donde «el mundo redescubra su antiguo orden». Un lugar irremediablemente perdido que los personajes resucitan artificialmente rememorando su infancia «inventada, como todas las infancias», sin que por ello puedan eludir la vejez ni dejar de vivir entre un pasado en ruinas y un futuro que, cuando no se posterga, permanece latente en la invención.