Don Tampato Mercadante es un rico comerciante caído en desgracia que, como abnegado padre, pretende mantener los caprichos de su casa y, especialmente, de sus hijas. A la espera de un cargamento que le ayude en sus propósitos promete a sus hijas un importante regalo. Sus dos hijas mayores, malcriadas y ajenas a todo, se extienden en presentes que el padre está seguro de que podrá cumplir. Su hija pequeña y cenicienta, Rita, tan sólo pide una rosa. Tras sufrir un nuevo desencanto con sus últimas mercancías, el padre vive una aventura peregrina y extraordinaria en la que será esa rosa frágil y pasajera la que motive una extraña historia de sacrificios y amor en la guarida de Bestiamente, «una enorme bestia de cuatro patas» que suplica el afecto humano frente a cualquier avatar. Bestiamante conjuga y renueva lo mejor de la tradición literaria del cuento fantástico, acudiendo a accesorios de las temáticas y los lenguajes, tan frecuentes en este género, de lo bizantino, lo caballeresco, lo oriental y lo mágico al mismo tiempo que onírico, y nos hace recordar, con un lenguaje muy especial y propio, las más bellas historias de un narrador cualquiera: la Cenicienta, la Bella y la Bestia o la Alicia de Lewis Carroll.