En ocasiones, después de la muerte de un autor lo que no publicó envida nunca verá la luz. Ya sea porque los herederos guardancelosamente sus papeles y archivos digitales, o porque lo encontradono tiene la relevancia suficiente para convertirse en un futuro libro, o porque el escritor se encargó de destruir todo antes de su muerte,entre tantas otras posibilidades. Ninguna se corresponde con el casodel escritor y artista Édouard Levé. Fallecido en 2007, a la edad de42 años, dejó en sus archivos un gran número de textos inéditos, tanpotentes como perturbadores. Estos escritos, traducidos por primeravez al castellano, reflejan como la bola de discoteca que era uno desus objetos favoritos la variedad de géneros literarios en los queemergen las obsesiones de Levé: un capítulo de una novela inconclusaque transcurre en Estados Unidos, entradas para un proyecto dediccionario, crónicas de paseos por París, textos autobiográficos,poemas y canciones, breves ensayos.