Aunque la historia del pensamiento medieval se ha escrito generalmente desde la perspectiva «etnocéntrica» del cristianismo occidental, definiendo un espacio de continuidad espacial y doctrinal que nunca se pone en cuestión, pese a la investigación de las disonancias, de las tensiones y rupturas, lo cierto es que ha ido aumentando el interés de los investigadores por los movimientos culturales que constituyeron la «historia de la recepción» y del «encuentro de culturas», como fenómenos característicamente medievales. Estos autores se oponen a los viejos modelos estructurales de los manuales al uso, incidiendo en la necesidad de captar las modulaciones y las diferencias, los progresos y las derivaciones de los elementos históricos, teóricos y bibliográficos del pensamiento medieval, superando con ello la vieja idea de los compartimentos estancos, mediante un nuevo modelo de geopolítica cultural.