Escribe la historia de su vida con el título Del Andévalo de Huelva a la Mancha del Quijote en este libro da rienda suelta a sus calamidades pasadas, y se abre a una literatura sincera y profunda con la ingenuidad de quien no ha escrito nunca. Matan a su hijo primogénito para robarle en Marruecos donde trabajaba. Y la pena le catapulta a la imperiosa necesidad del consuelo de las letras. Escribe Riña de Dioses donde deja patente los falsos sentimientos humanos y la carencia de certeza de nuestras creencias. Y finalmente escribe Después del Apocalipsis, una novela donde nos da un toque de atención a la humanidad, que por nuestro egoísmo nos quedamos sin la tierra, para empezar otra vez de cero con el único niño que del Apocalipsis se salva. Y por eso creo que ha nacido un escritor: igual que nacieron: «pastor», «agricultor», «hortelano», «conductor» y, ahora, «escritor» con toda la sabiduría y experiencia para su triunfo en los distintos medios, de un periplo de aciertos alrededor de su circulo de acertada actualidad. Es una inspiración que emerge a los ochenta años de edad, de un hombre de mundo que necesita derramar toda su parafernalia en benefi cio de la humanidad.