Silverio Lanza, 1856-1912, hijo de familia acomodada, fue bautizado por Azorín como ""el solitario de Getafe"". La obra de Lanza, novela, ensayo, cuento, fue acogida como un acontecimiento literario y mereció la consideración de los grandes escritores de la época. Humorista amargo, que recurre a las contradicciones y paradojas, ha dejado una obra insólita. Sus cuentos inmisericordes, políticos, abarcan en su mayoría temas candentes de la España que vivió y sufrió y se extiende hasta nuestros días como origen primario de la corrupción, la miseria y la impiedad.