Todas las evidencias indican que el factor religioso no sólo persiste en las sociedades modernas sino que es capaz de diversificar sus formas o de adoptar otras nuevas sin perder las tradicionales; o de adaptarse a las cambiantes necesidades del ciudadano del tercer milenio. La persistencia de los viejos cultos y la invención de otros nuevos, la importación de espiritualidades o los sincretismos de toda índole son rasgos que dibujan la cara amable de ese fenómeno, el de la insistencia de lo sagrado, para muchos inexplicable. La cara siniestra del mismo fenómeno se muestra en el incremento de los fundamentalismos, en los conflictos a muerte que toman la religión como excusa, así como en la pretensión de las confesiones religiosas de determinar, o meramente condicionar, la vida pública: pretensión que en ocasiones recibe el premio del éxito. El final del segundo milenio y el final del tercero (de nuestro cómputo) nos instruyen la complejidad de historias que se entrelazan, de proyectos que se interrumpen, de propósitos que chocan en el espacio/tiempo de la globalización. Muchos de esos proyectos, propósitos e historias conllevan la marca de la trascendencia, el signo de una u otra religión. Hoy sabemos que la comprensión de nuestro mundo, si es, en algún caso posible, no puede prescindir de la investigación del ámbito religioso, de su cuestionamiento. Este volumen reúne las conferencias pronunciadas en el congreso Religión y violencia, celebrado en el Círculo de Bellas Artes en el mes de mayo de 2007. Incluye textos de Michel Maffesoli, Félix Duque, Adriano Fabris, Julio Trebolle, Manuel Delgado, Johan Galtung, Patxi Lanceros, Francisco Díez de Velasco y Zygmunt Bauman.