Dejarse llevar por la mezcla mística de lámparas de mantequilla y vahos de incienso mientras se observa a los peregrinos postrados en el Jokhang, el templo más sagrado del Tíbet; disfrutar de las excepcionales vistas de la cara norte del Everest desde las ventanas del monasterio más alto del planeta; sorber poco a poco un té de mantequilla de yak y caer en la trampa de acabar la taza... Tíbet es sin duda uno de los destinos más sorprendentes de Asia, un lugar donde la inmensidad del paisaje probablemente deparará al viajero más de un momento de sorprendente paz espiritual.
· Tres autores, 119 días de viaje, 356 capillas de deidades protectoras
· Se incluyen los caracteres tibetanos y chinos para que el viajero se pueda comunicar fácilmente y encontrar su camino
· Información exhaustiva sobre permisos de entrada, la línea de ferrocarril entre China y Tíbet y las ciudades de entrada Chengdu y Katmandú