Las teorías sobre el supuesto carácter hereditario de la inteligencia han venido despertando viva polémica desde comienzos de siglo. Los defensores de estas teorías, como Jensen y Eysenck, basan sus argumentaciones sobre los tests de inteligencia, que según ellos mostrarían un carácter hereditario del cociente intelectual (CI). Han sido muy numerosas las críticas que se han hecho de los tests de inteligencia y de los trabajos sobre la herencia del CI, mostrando el carácter ideológico que los vicia de raíz. Pero los defensores de la tesis sobre la herencia del CI han podido durante muchos años sostener que sus datos eran incontrovertibles, y que los estudios sobre gemelos univitelinos, por ejemplo, no dejaban lugar a dudas. El presente libro recoge un cuidadoso examen desde el punto de vista científico de los trabajos sobre la herencia del CI, examen cuya conclusión inequívoca es que no proporcionan pruebas a favor de la tesis hereditaria. Más aún: algunos de estos trabajos, como los del psicólogo inglés sir Ciril Burt, carecen por completo de valor científico por sus lagunas e inexactitudes. (Tras la aparición de la obra de Kamin se descubriría que Burt, una de las mayores autoridades a favor de la tesis hereditaria, había inventado pura y simplemente sus datos.) El análisis de Kamin ha tenido una decisiva repercusión en los países anglosajones, marcando una época dentro de la polémica sobre el carácter hereditario de la inteligencia. Incluso los partidarios de la tesis hereditaria se han visto obligados a modificar sus argumentos para tratar de hacer frente a las críticas de Kamin, que deben reconocerse como incontrovertibles más allá de las posiciones o prejuicios ideológicos de cada investigador.